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jueves, 15 de noviembre de 2012



O sea, yo y todos sabemos que mi mente no está muy bien, que tengo serios problemas psicológicos que necesitan de ayuda profesional para ser curados, pero si nos ponemos psicoanalistas al fin y al cabo todos estamos en la lona, por eso terminamos en lugares como Blogger, Twitter, Facebook y cuanta red social de hipocresía y MIERDA que anda en la vuelta (intentando parafrasear al gran Franco Torchia, más conocido como "Cupido"). A mí la verdad ya como que no me funca esto de andar escribiendo cada mil años alguna boludez acá con la que un par de personas se van a sentir identificados y por ahí te dejan un comentario diciendo algo al respecto, porque a decir verdad NO, no pueden sentirse identificados, no creo que mis acciones y sentimientos sean comparables con la de otro ser en este planeta, no por buenas ni por malas, sino porque al fin y al cabo VOS no sos YO (esto de repetir frases en entradas debería estar prohibido).
A propósito, el finde me mandé una cagada de esas que hacía mucho no me mandaba, pero bueno, como dijo Virgilio "Quaeque ipsa miserrima vidiet quorum pars magna fui" (o "Cuántas cosas horribles vi, y en cuántas de ellas participé", para los latinodesentendidos), y convengamos que no le fue tan mal, ¿no? ¿NO?
Ah, y para ir cerrando la entrada, odio a la gente que se victimiza, ODIO a la gente que sufre y que parecen estar cómodos en su putrefacto sufrimiento. Digo "putrefacto" porque como la podredumbre no recae solo sobre el ente afectado sino sobre todo el que se encuentra a su alrededor.